Mindfulness, una palabra popular que aparece en todas partes, pero ¿de qué se trata realmente? Hoy exploraremos esta práctica y todas las cosas que puede aportar a tu vida profesional y personal.
¿Qué es el Mindfulness?
En pocas palabras, es el arte de estar presente, en este momento, plenamente consciente de lo que estás haciendo. Esta conciencia llega sin sentirte ansioso o abrumado por todas las cosas que están sucediendo. Esta práctica proviene de la tradición budista, pero se ha extendido por todo el mundo bajo varias otras disciplinas y prácticas.
¿Para que sirve?
Según la ciencia, el mindfulness tiene beneficios físicos y psicológicos. No solo nos hace más conscientes de cómo nos sentimos, sino que también trae luz a muchos patrones, síntomas y problemas que son fundamentales para nuestra vida.
Entre los beneficios que puedes encontrar en ella están:
– Reducción de estrés
– Mejora de la inteligencia emocional
– Baja en la presión sanguínea
– Mayor capacidad de enfoque
– Ayuda a sobrellevar la depresión y la ansiedad.
¿Cómo practicar el mindfulness?
Contrario a la creencia común, mindfulness no es solo meditar. La meditación es una de las muchas prácticas de mindfulness y puedes empezar por otras que son más simples y factibles en cualquier lugar.
Respiración consciente
Este ejercicio simple te brinda concentración y equilibrio, en cualquier lugar. Todo lo que tienes que hacer es pararte o sentarte cómodamente y comenzar a respirar lentamente por la nariz y luego dejar salir el aire por la boca. Observa tu respiración y concéntrate únicamente en ella, aumentando la conciencia de cómo responde tu cuerpo con cada respiración.
Este ejercicio es excelente para refrescar la cabeza, obtener algo de claridad o simplemente ponerte a tierra antes de cualquier tarea.
Apreciación consciente
Este ejercicio de observación y gratitud traerá más conciencia a esas cosas simples de la vida que lo harán todo más fácil para ti. Elige una o dos cosas en tu día y obsérvalas de cerca, puede ser una persona, un animal o un objeto. Siéntate, respira y observalo en profundidad. En tu proceso, nunca juzgues, solo observa y nota cómo van y vienen los pensamientos al respecto.
Hacer de este ejercicio una práctica diaria ayuda a aumentar tu nivel de gratitud hacia todas las cosas que tienes y te abre los ojos a los objetos y personas que te rodean.
¿Ves? El mindfulness no es tan complicado como parece ser. Agrega esta práctica simple pero efectiva a tu vida para obtener más equilibrio y claridad. ¡Déjanos saber en nuestras redes sociales cómo te va y qué has aprendido de ella! Una vida enfocada también es parte del estilo de vida #X4Ever.
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