Jeremy Hall es todo un perdedor.

No, no los de ese tipo de perdedores.

De este tipo de perdedores

¡De este tipo de perdedores!

Jeremy es un Campeón X4life que ha perdido 50 libras gracias a OGX. Su increible historia se ha convertido en una inspiración para miles de personas alrededor del mundo, que están tratando de vivir una vida mas activa y saludable.  

Hablamos con Jeremy sobre como planifica mantener su estilo de vida saludable, y alejarse de las deliciosas tentaciones que nos ofrece esta temporada de festividades.

¿Qué es lo que amamos de las festividades? La familia, la diversión, los amigos… y por supuesto ¡la comida! A pesar de que en el pasado me he desafiado a mí mismo para evitar dulces y sodas, ahora estoy cien por ciento comprometido a mantener el impulso que hoy sale de mí, de esa persona nueva en quien me he convertido. Es por esto que últimamente he estado reflexionando acerca de las festividades y cómo disfrutar de las tradiciones haciendo lo que normalmente se hace en compañía de la familia, pero sin perder el enfoque.

Las celebraciones de Acción de Gracias fueron la primera prueba. Pasamos el fin de semana de las festividades con parientes y familiares, lo que incluyó un día entero para preparar el festín que tenía excelentes opciones y maravillosas tortas y pies. Me dije a mí mismo que disfrutaría el momento sin dejar de ser razonable. Pavo, relleno, puré de papa, etc. Todo estuvo tan estupendo como de costumbre. Había planeado comer un par de pedacitos de torta, pero me di cuenta que al momento del postre yo ya me sentía lleno. No sentí deseos de comer más sino que dejé pasar el azúcar. Los restos de comida durante el fin de semana fueron de lo mejor -como siempre- solo que en cantidades mucho más moderadas que en el pasado y de todas formas sentí que no tenía deseos de comer ningún postre. No fue tan difícil, especialmente ahora que estoy esforzándome por comer y vivir mejor.

Podría ser fácil caer en mis hábitos anteriores, sin embargo la diferencia es que ahora he encontrado la motivación necesaria para poner mi salud y bienestar delante de la indulgencia excesiva.

Mi cambio empezó en junio cuando pude encontrar mi FENIX, es decir la nueva persona que yo quería ser. Para conseguir eso me di cuenta que necesitaba atacar el problema del peso modificando mi dieta. Sé que muchas personas logran este objetivo contando calorías, pero ese método -a pesar de ser preciso- no es para mí. Contar las calorías de todo lo que consumo se vuelve más bien un obstáculo. Yo tengo una idea general de las comidas que consumo con regularidad, pero en mi caso, el secreto está en el tamaño de las porciones, en encontrar mejores alternativas de comida, y en tratar de no comer tanto entre comidas, además de beber mucha agua y por último dejar de comer tarde en la noche. A continuación explicó más detalladamente cada punto.

Control de las Porciones

Este es un aspecto difícil para mí, ya que disfruto mucho de la comida y mi esposa es una cocinera extraordinaria que ama preparar deliciosos platos para toda la familia. Yo puedo picar, rebanar y trocear para ayudar en la preparación, pero ella se encarga de dirigir la cocina. En general consumimos ingredientes de muy buena calidad, pero yo siempre he intentado llenar mi plato, comer rápido y repetir. Una excelente práctica que decidimos implementar fue la de colocar la comida que servimos fuera de la mesa. Ahora nos servimos nuestros platos con la comida que se encuentra en el mesón antes de sentarnos. Es un concepto muy sencillo, pero al no tener la comida frente a nosotros evitamos comer de más y repetir dos o más porciones.

La siguiente práctica es servir porciones más pequeñas en platos más pequeños. Servir menos comida significa que voy a comer menos. Además hay que comer más despacio y dejar que la comida llegue al estómago y al cerebro para que la señal de satisfacción nos haga dejar de comer. Una forma de poder hacer esto es tener más y mejores conversaciones a la hora de comer. Finalmente, otra buena práctica es ser capaz de dejar comida en el plato. Yo crecí con la buena intención de “no dejar comida en el plato”. Sin embargo, hoy en día si me doy cuenta de que me he servido demasiada comida, trato de parar de comer cuando ya me sienta satisfecho sin tener el cargo de conciencia de no dejar el plato limpio.

Mejores Alternativas de Comida

¿Cuáles son tus golosinas? ¿Y qué tan seguido las consumes? No significa que debemos privarnos totalmente de aquellos dulcecitos de la vida, pero si te das cuenta de que los estás teniendo con más y más frecuencia, ya no son algo especial. Durante mi plan de pérdida de peso, yo corté por completo toda comida innecesaria. No consumía postres, ni sodas o azúcar procesada, casi nada de pan y lácteos. Luego de alcanzar mi objetivo inicial de peso y de pasar a un plan sustentable diario de alimentos, todavía limito aquellas comidas llenas de calorías a ocasiones especiales. El beneficio de sentirse activo otra vez es poder disfrutar de ciertos placeres periódicamente, pero ya no son importantes para mí. Desde que empecé con este régimen, no he vuelto a comer nada de postres ni sodas. ¿Por qué hacerlo?

Picadas entre Comidas Saludables y Limitadas

Durante el día yo trabajo en un escritorio lo cual facilita el hábito de picar entre comidas todo el día. Me he deshecho del frasco de caramelos de mi oficina y lo he reemplazado por maní, zanahorias y batidos ogxFENIX™ cuando empiezo a sentir hambre. Tener la botella OGX a la mano en la oficina es mucho mejor que salir corriendo a conseguir comida chatarra. Eso significa que ya no consumo papitas fritas, caramelos u otras comidas simplemente para pasar el aburrimiento.  

Beber MUCHA Agua

Beber agua en abundancia es bueno no sólo para tu salud, sino que mantiene a tu estómago lleno. Durante mi pérdida de peso inicial, yo bebía de 4 a 6 litros de agua al día. ¡Eso era mucho! Ahora normalmente bebo de 2 a 4 litros de agua a lo largo del día. Algunas bebidas que tienen sabor ayudan con este esfuerzo, pero ¡ojo! ninguna bebida que sea carbonatada o contenga azúcar.

No Comer Tarde en la Noche

Este era otro archienemigo para mí. Yo realizo bastante trabajo fotográfico y de proyectos en las noches y cuando se trabaja tarde, esos antojos compulsivos aparecen. En ese momento es cuando un plato de nachos ¡suena bastante bien! Pero ahora yo no como nada después de la cena. Bebo toda el agua que quiero pero ninguna comida. Este es el peor momento del día para comer y es precisamente cuando solemos preferir un dulce o una comida chatarra. Cumplir con este compromiso ha sido un aspecto crucial de mi plan.

Para concluir, mi experiencia personal ha sido establecer y mantener buenos hábitos alimenticios y proponerme un plan durante las festividades. Las fiestas y cenas con amistades ya han empezado y hay muchas más por venir. Saber cuál es mi plan cuando llegó a las celebraciones y preferir mi FENIX antes que las abundancias compulsivas me ha permitido continuar con mi plan de bajar de peso y sentirme increíble. Y ¡seguro que puede funcionar para ti también!

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