El horario de verano, esa tradición anual que hace o deshace tu patrón diario… ¿Sabías que tiene algunos efectos a largo plazo en tu cerebro? Exploremos este fascinante tema con COGNITION y aprendamos cómo hacerlo más amigable con tu cuerpo y mente este año.

 

DST (Daylight savings time, por sus siglas en Inglés) y sus efectos

Se ha demostrado que el cambio anual de DST tiene efectos importantes en nuestros patrones de sueño. Explicado de manera simple, el horario de verano elimina la luz de la mañana que sincroniza nuestros relojes biológicos o ritmos circadianos, por eso sentimos tanto sus efectos incluso cuando es solo una hora.

Este cambio provoca un shock, similar al que atravesamos cuando pasamos varias horas de privación del sueño, aumentando el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares isquémicos. Tu reacción a esto, depende de tu adaptabilidad y sensibilidad a estos cambios.

 

En el invierno, la falta de luz solar detiene la producción de melatonina y serotonina que inducen el sueño, ambas afectan nuestro sistema nervioso y cuidan nuestro “estado de ánimo”. Por eso es más probable que nos enojemos en los días posteriores al cambio de DTS.

Cómo manejar los efectos DTS

Uno de los principales efectos en tu cerebro tiene que ver con la falta de sueño. Recuperarse de esa hora perdida u hora extra, según el momento del año, puede llevar días e incluso semanas para acostumbrarse. Esta privación puede conducir a la depresión o simplemente a sentirse mal durante unos días mientras tu cuerpo se adapta.

Según algunos estudios, la clave está en exponerse a la luz del día y tratar de mantener tu productividad a tope. Los suplementos como el polvo de esporas de Ganoderma, la vitamina D y FENIX CXT pueden ayudar a que tu sistema inmunitario obtenga el apoyo que necesitas para combatir los estados de ánimo bajos, concentrarse más, combatir la fatiga y la somnolencia y, en cambio, hacerte sentir aún más enérgico.

Darle seguimiento a tus patrones de sueño también puede ayudarte a ver qué tan flexible es tu cerebro cuando se trata de DST. Si solo necesitas 6 horas de sueño al día, probablemente lo manejarías mejor que alguien que necesita 8-9 horas. Implementar un cambio lento puede ayudarte: días antes de los cambios de DTS, trata de despertarte de 10 a 15 minutos antes (o más tarde, según el momento del año).

También puedes comenzar a limitar tu consumo de cafeína por las noches y el consumo de azúcar para evitar la falta de sueño. Se trata de la higiene del sueño y buenas prácticas a la hora de acostarse y levantarse de la cama.

¡Esperamos que el horario de verano se convierta pronto en cosa del pasado y que lo manejes este año como un campeón! Nuestros suplementos están ahí para ayudarte a nutrir tu cuerpo y brindarte los mejores nutrientes para enfrentar cualquier desafío que se interponga en tu camino.

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