Aunque no lo creas, el ejercicio y la salud del cerebro están vinculados fuertemente. Varios estudios han encontrado que al menos 30 minutos de actividad física todos los días pueden ayudar con la memoria, la concentración y la serenidad, y no sólo con perder peso o mantener la salud cardiovascular. Exploremos los muchos beneficios y cambios que tu cerebro experimenta cuando llevas un estilo de vida activo.
Mejora tu estado de ánimo
Cuando haces ejercicio, tu ritmo cardíaco aumenta y se bombea más oxígeno a tu corazón y cerebro. Este proceso activa ciertos sectores del cerebro y libera hormonas, como la oxitocina, lo que reduce la presencia de hormonas del “estrés” como el cortisol. Esta es la razón por la que te sientes “eufórico” e hiperactivo después de ejercitarte. La oxitocina tiene cualidades agradables y efectos antidepresivos.
Incluso, algunos estudios muestran que la liberación de estas hormonas también se asocia con un gran crecimiento celular en el hipocampo, estimulando la memoria y la concentración.
Te conecta con otras personas
La actividad diaria, en especial en grupos o en pareja desencadena la liberación de endorfinas. Estas sustancias te hacen sentir bien, pero también te ayudan a vincularte con los demás y a colaborar para crear esa atmósfera de bienestar. ¡Las endorfinas también aumentan tu tolerancia al dolor! Es por eso que te vuelves más resistente cuando haces ejercicio constantemente, alcanzando un hito tras otro sin siquiera sentirlo.
Te hace más inteligente
A medida que haces ejercicio, tu cerebro también se ejercita: comienza a acumular reservas cognitivas, crea y renueva vínculos entre neuronas, lo que conduce a mejor memoria y más concentración.
Piénsalo, cuando te estás moviendo, le estás enseñando a tu cuerpo a realizar ciertos pasos para alcanzar el éxito. Los investigadores confirman que la gente que está expuesta a la actividad física a diario son más resistentes, pueden funcionar mejor y pueden encontrar soluciones a problemas más fácilmente que las personas que no se ejercitan de manera regular.
Tu rutina de ejercicios diaria promueve la neuroplasticidad, ayudando a tu cerebro a establecer conexiones nuevas y adaptarse a lo largo de la vida, así que… ¡Obténlo!
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