Hay algo profundamente satisfactorio en tomar “tu bebida” en el momento justo del día. No porque la necesites, sino porque marca un momento. La energía del espresso para empezar la mañana o la suave calidez del cacao que anuncia el fin del día.

Cuando aciertas con la combinación, no solo estás bebiendo algo, sino creando un ritmo que tu cuerpo y tu mente reconocerán.

El Momento del Espresso Matutino

Hablemos del primer sorbo del día. Un buen espresso aporta claridad y concentración; te despierta ligeramente, creando esa transición sutil pero inconfundible de “acabo de despertar” a “listo para empezar el día”.

Las cápsulas de Espresso ORGANO aportan un toque extra a este ritual. Cada una contiene Ganoderma lucidum, el hongo que se ha utilizado durante miles de años en prácticas tradicionales de bienestar, proporcionando un refuerzo extra a tu sistema inmunitario.

Tienes tres opciones según tu estado de ánimo:

Uno Espresso se elabora con granos de Brasil. Es la opción ideal para empezar el día con calma.

Due Espresso combina Arábica y Robusta de Perú para lograr un equilibrio. Tiene cuerpo sin ser abrumador. Si buscas algo con cuerpo pero sin intensidad, este es el tuyo.

Tre Espresso de Uganda es para esas mañanas en las que necesitas un café intenso. Intenso, con cuerpo y sin complejos.

Consejo rápido de preparación

La temperatura importa más de lo que crees. Si tu espresso sabe amargo, probablemente el agua esté demasiado caliente. Si sabe agrio o ligero, no está lo suficientemente caliente. La mayoría de las máquinas lo controlan automáticamente, pero si lo ajustas manualmente, busca una temperatura de 90-96 °C (195-205 °F). Asegúrate siempre de hacer un disparo en vacío primero, esto precalienta todo el sistema y mejora el sabor de tu espresso real.

El Rito del Cacao Nocturno

Ahora, pasemos al otro extremo del día: no necesitas cafeína a las 8 p.m. Lo que necesitas es algo que le diga a tu organismo: “¡Ya basta! ¡Hora de relajarse!”, y el cacao caliente lo hace de maravilla.

El Cacao Caliente Gourmet de ORGANO no es ese chocolate artificial y excesivamente dulce que recuerdas de la infancia. Es rico, saciante y completamente libre de cafeína. El cacao en polvo contiene polifenoles y antioxidantes naturales que favorecen la salud cardíaca, la función cerebral y el bienestar intestinal.

Pero esto es lo que hace diferente a este cacao: también contiene polvo de Ganoderma lucidum. El polvo de hongo proporciona los mismos beneficios inmunitarios que obtienes de tu espresso matutino. Y como no contiene cafeína, puedes beberlo a las 9 p.m. sin tener que estar despierto a medianoche preguntándote por qué tomaste malas decisiones.

Ideas de preparación

El método básico es simple: un sobre, agua caliente, remover y listo. Pero si quieres que se sienta más especial:

La versión de 170 ml  te da un rico e intenso sabor a chocolate. Es ideal para cuando buscas algo exquisito pero que no te sacie.

La versión de 230 ml  es suave y cremosa, ideal para la mayoría.

La versión de 280 ml es ligera y reconfortante. Perfecta si buscas el ritual pero no quieres sentirte demasiado satisfecho antes de dormir.

¿Quieres ser creativo? Pruébalo con leche de almendras en lugar de agua. Agrega una pizca de canela o sal marina. Hay quien incluso lo mezcla con un chorrito de extracto de vainilla. También puedes servirlo con hielo durante los meses más cálidos; está sorprendentemente bueno cuando lo bebes frío.

¿Por qué funciona esta combinación de café y cacao?

Tu cuerpo funciona a ritmos, les prestes atención o no.

El cortisol, tu hormona natural de alerta, alcanza su punto máximo por la mañana. Por eso el café sienta tan bien a primera hora del día y también por eso el espresso aporta antioxidantes de los propios granos de café, además de las propiedades inmunoestimulantes del Ganoderma lucidum para ayudar a tu cuerpo a afrontar cualquier reto del día.

Al anochecer, el cortisol disminuye de forma natural. Tu cuerpo empieza a producir melatonina. Es entonces cuando los estimulantes se vuelven contraproducentes. ¿Pero renunciar al sabor y la comodidad? Eso tampoco funciona.

Aquí es precisamente donde encaja el cacao sin cafeína. Los polifenoles del cacao se han relacionado con esa “sensación de felicidad” que se obtiene del chocolate, no porque sea un subidón de azúcar, sino por cómo ciertos compuestos interactúan con la química cerebral. El polvo de Ganoderma continúa reforzando tu función inmunológica.

Al empezar el día con un espresso enriquecido con Ganoderma y terminarlo con cacao infusionado con Ganoderma, mantienes un apoyo constante durante todo el día. No de forma agresiva, como si estuvieras acumulando suplementos. Solo con bebidas que probablemente tomarías de todos modos.

El ritmo que creas importa. Y a veces los rituales más simples, como un buen espresso matutino y un chocolate caliente por la noche, son los que perduran.

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