Tu cuerpo está compuesto principalmente de agua, lo que hace que la hidratación sea una parte clave para mantenerte saludable. Mantenerte hidratado hace que todas las células de tu cuerpo funcionen correctamente, incluidas las que ayudan a mantener el latido del corazón, el movimiento de los músculos y el funcionamiento del sistema digestivo. Si estás deshidratado, puedes experimentar fatiga, dolores de cabeza o mareos porque no fluye suficiente sangre hacia el cerebro o los músculos. Pero, ¿por qué necesitas mantenerte hidratado?

Pierdes agua a través del sudor, la orina y cuando respiras (a través de la evaporación). También pierdes electrolitos (minerales como el calcio y el sodio) cuando sudas mucho por el ejercicio o el estrés por calor. La cantidad de agua necesaria para reemplazar estas pérdidas depende de la cantidad de líquido que se haya perdido, así como de la rapidez con la que se haya perdido (y si se trata solo de líquido o de electrolitos también).

¿Cuánta agua debo beber?

La respuesta a esta pregunta depende de varios factores, como el nivel de actividad y el entorno en el que vives. Pero, para generalizar, la mayoría de las personas deberían aspirar a beber al menos ocho vasos de agua al día. ¿Sabes cuánto son ocho vasos de agua? ¡Son unos 2 litros o medio galón! Eso puede parecer mucho, pero tu cuerpo está compuesto principalmente de agua, ¡hasta el 60% de tu peso corporal! Necesitas agua para la digestión y absorción de nutrientes; regulación de la temperatura; función muscular (incluido el corazón); y lubricación de las articulaciones. Cuando no se obtiene suficiente líquido de los alimentos o líquidos, el cuerpo se deshidrata.

¿Cómo sabes si estás recibiendo suficiente líquido? El color de su orina le dirá: Color pajizo pálido = bueno; amarillo oscuro o ámbar = malo. Además, ten en cuenta que el alcohol y la cafeína pueden aumentar tu necesidad de líquidos y deshidratación si se consumen en grandes cantidades (piensa en más de 5 bebidas al día).

¿Cómo puedo saber si estoy deshidratado?

Si te preocupa que puedas estar deshidratado, presta atención a estos signos físicos:

  • Piel pálida, fría y húmeda
  • Boca seca y/u orina de color oscuro
  • Mareos, aturdimiento o fatiga
  • Sentirse irritable o confundido
  • Dolor de cabeza (¡sí!)
  • Piel seca, ojos o nariz secos
  • Náuseas o vómitos

¿Qué debo evitar beber antes, durante o después de hacer ejercicio?

Cuando se trata de elegir la bebida adecuada, evita las bebidas deportivas con alto contenido de azúcar y el alcohol. Estos pueden deshidratarte aún más y causar fatiga o calambres. Evita los refrescos si también te preocupa mantenerte hidratado antes y durante un entrenamiento.

Si bien la cafeína es técnicamente un diurético, una pequeña cantidad de cafeína (alrededor de 25 a 50 gramos) no tendrá mucho impacto en tus niveles de hidratación cuando se consume con agua. ¡También puedes optar por bebidas energéticas saludables como FENIX CXT! La opción perfecta para alimentar tu día, obtener claridad mental y lucidez sin perder electrolitos.

¿Qué debo beber antes, durante o después de hacer ejercicio?

Para muchas personas, lo mejor para beber antes, durante y después del ejercicio es agua. Una bebida deportiva puede ser útil en algunas situaciones, pero solo si has realizado un período prolongado de ejercicio muy extenuante (por ejemplo, 90 minutos o más de actividad continua). Ninguno de nosotros necesita bebidas azucaradas para hacer ejercicio. Ni siquiera para un maratón: las bebidas azucaradas no son buenas para la salud de nadie. El alcohol ciertamente deshidrata, ¡y no queremos eso!

Antes del ejercicio: un vaso de agua alrededor de 30 a 60 minutos antes del ejercicio ayudará a garantizar que tu cuerpo tenga algunas reservas de líquidos antes de comenzar.

Durante el ejercicio: Tome sorbos regulares mientras haces ejercicio en lugar de tragar grandes cantidades entre series o vueltas.

Después del ejercicio: si sientes sed durante la recuperación, toma otro vaso de agua o dos, especialmente si fue una sesión de sudoración moderada a intensa, ya que estas sesiones agotan nuestras reservas de líquidos de manera más significativa que las sesiones ligeras.

Mantenerte hidratado es importante para tu salud y bienestar general.

La hidratación es importante para tu salud y mantenerte hidratado puede ayudarte a que te sientas mejor durante el ejercicio.

Cuando estás activo, tu cuerpo requiere más agua para mantenerse fresco. Usarás más energía de la que usarías en un día normal y el objetivo es reemplazar esa energía perdida a través de una hidratación adecuada.

Todos necesitan diferentes cantidades de agua según sus necesidades individuales, pero los médicos recomiendan beber 16 onzas de líquido dos horas antes de hacer ejercicio. Aspira tomar de 10 a 20 onzas durante tu entrenamiento, dependiendo de cuánto dure, y luego bebe otras 8 onzas después de terminar.

Si estás en un clima más frío con temperaturas más bajas, puede ser más difícil notar los efectos de la evaporación del sudor de tu piel, así que recuerda mantenerte hidratado incluso cuando no sientas tanto calor.

¿Ves? Hay una ciencia para mantener tu cuerpo en el punto para tus entrenamientos y rutinas diarias. Nunca subestimes el poder de un buen vaso de agua y dale a tu cuerpo los nutrientes que necesita, de forma natural, con ORGANO.

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