Todo el mundo tiene momentos de estrés y ansiedad, pero los líderes son personas que tienen que afrontar una y otra vez en esas situaciones. Y aunque puede ser difícil, hay muchas maneras de liderar con amabilidad sin dejar de alcanzar tus objetivos.
El liderazgo no siempre es fácil. De hecho, puede ser realmente estresante algunas veces. Habrá días en los que sientas que eres el único al que le importa tu negocio o su futuro. Otros días pueden requerir que tomes decisiones difíciles, entonces, ¿cómo lideras con amabilidad en estas situaciones? ¿Cómo lideras con amabilidad cuando tus propias metas personales pueden no estar alineadas con las de los demás? Aquí hay tres formas que pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos mientras mantienes el equilibrio de tu equipo.
Desarrolla transparencia y confianza con tu equipo
Si las personas sienten que no pueden confiar en ti y que no tienen una comprensión completa de lo que está sucediendo, les resultará difícil sentir que quieren hacer su mejor trabajo. Y eso puede ser un problema si estás tratando de alcanzar resultados específicos.
La mejor manera de crear transparencia y generar confianza con tu equipo es que te asegures de comunicarte con ellos de manera abierta y honesta. Esto incluye cosas como las reuniones periódicas del equipo en las que se habla de lo que está sucediendo y cuál es el papel de todos a la hora de hablar de los objetivos del equipo.
También puedes asegurarte de estar accesible para los miembros de tu equipo y de que se sientan cómodos haciendo preguntas y compartiendo comentarios. Ser abierto y aprender a escuchar es una de las habilidades clave de todo líder y debes aplicar esta mentalidad desde el primer día.
Muestra cuidado y respeto en las formas en que hablas con las personas.
Los líderes a menudo olvidan que la forma en que hablan con las personas es tan importante como lo que realmente hacen. Y si bien puedes pensar que dar órdenes o usar un tono duro son las únicas formas de hacer las cosas, también puedes optar por ser amable. Si deseas liderar con amabilidad, intenta prestar atención en la forma en que hablas con los demás utilizando palabras y tonos más suaves. Puede ser tan simple como hacer una pausa antes de decir algo o respirar profundamente antes de responder comentarios o preguntas.
También hay otras formas de mostrar interés en la forma en que le hablas a tu equipo. Intenta usar frases como “Me encantaría escuchar tus pensamientos sobre esto” o “¿Qué piensas sobre esta decisión?” para demostrar que deseas escuchar lo que otros tienen que decir. Y cuando necesites tomar decisiones que no son populares entre todos, intenta explicar tu razonamiento en lugar de cerrarse con una respuesta del tipo “porque yo lo digo”.
No te olvides de celebrar las pequeñas victorias
Liderar con amabilidad no solo sucede en los momentos en que las cosas son muy estresantes o dramáticas. También significa asegurarse de que todos se sientan valorados y apreciados durante los buenos momentos. Una forma de celebrar las pequeñas victorias de los miembros de tu equipo es usar algo conocido como marca de reconocimiento.
Con la marca de reconocimiento, destaca tanto el trabajo que alguien ha hecho como lo que está tratando de lograr. Entonces, por ejemplo, si alguien dedica toneladas de horas a una reunión o evento, podrías celebrarlo con un almuerzo especial. Reconocer las pequeñas victorias de tu equipo y las tuyas también ayuda con la motivación.
Liderar con amabilidad no es sólo algo agradable de tener. De hecho, puede ayudarte a alcanzar tus objetivos más rápido con un equipo más motivado y productivo. Cuando las personas se sienten valoradas por sus líderes, se genera confianza y es más probable que las personas vayan más allá en su trabajo. Pero para liderar con amabilidad, debes ser muy consciente al respecto.